Sede del Real Club Celta de Vigo
Las ciudades encuentran su personalidad en la arquitectura. La estética del conjunto y el estilo de las edificaciones emblemáticas son lo que impregna de carácter y distinción a cualquier localidad, cobrando especial importancia cuando se trata de un enclave de suma importancia como Vigo. Edificios como el antiguo Círculo Mercantil han sido símbolos de la ciudad olívica durante décadas, de ahí que su rehabilitación en 2015 se efectuara a partir de una meticulosa planificación.
El Real Club Celta de Vigo adquirió esta icónica construcción con el fin de reconvertirla en su nueva sede social, por lo que Alfonso Penela, arquitecto encargado de diseñar la rehabilitación, se enfrentó a un complicado proyecto. El claro objetivo que se marcó fue crear un nuevo espacio de convivencia y reunión para el celtismo, manteniendo la esencia del antiguo centro mercantil inaugurado en 1927.
Ubicada en la céntrica calle Príncipe y con casi 3.000 metros cuadrados distribuidos en 6 plantas, el nuevo inmueble celeste se convirtió en pionero en su concepto. Sus instalaciones albergan oficinas administrativas, residencia de estudiantes, clínica, zona de hostelería, salón de actos y una tienda multimarca, algo insólito en el fútbol español hasta la fecha. Toda esta innovación se vio condicionada por el esfuerzo de conservación del patrimonio arquitectónico, de ahí que se mantuviera la estructura de las fachadas casi en su totalidad.
Las constructoras Civis Global y SANJOSE llevaron a cabo una rehabilitación en la que el elemento clave fue sin duda la imponente cubierta acristalada. Esta megacúpula se creó en sustitución de las plantas añadidas en obras anteriores, apostando así por conservar el estilo del edificio original. De este modo, combinaron elementos clásicos con otros modernos como los sistemas de ventanas de aluminio RS-70 HO y S-LIM de Exlabesa.
