Consejos para el mantenimiento de mi carpintería
La limpieza de los sistemas debe realizarse con agua y jabón neutro aplicados con una esponja o trapo suaves. Los disolventes abrasivos deben evitarse.
Para mantener en buen estado los mecanismos de accionamiento (cerraduras, cremonas…), debe aplicarse un lubricante. La frecuencia con la que debemos realizar este mantenimiento dependerá en gran parte de la localización en la que nos encontremos. En las zonas rurales será suficiente con una o dos veces al año. Mientras que en ambientes industriales y zonas costeras deberá ser especialmente frecuente para evitar manchas de salitre u otras materias corrosivas.